Explicaciones acerca de la sensibilidad dental

Aunque no lo parezca, la sensibilidad dental es un problema para todos aquellos que la padecen. Muchas veces llegan casos a los consultorios de pacientes preocupados porque no pueden tomar helado o comer una naranja, por ejemplo; incluso el simple hecho de salir a la calle y respirar aire frío puede producir en ellos un dolor intenso en la boca.
Esta sensibilidad puede producir incluso que muchos de estos pacientes aflojen la intensidad del cepillado. Esto puede conllevar desafortunadamente a que se puedan producir enfermedades como la gingivitis, que es la que se produce por falta de aseo bucal.
Lo más recomendable ante esta situación, es consultar con un experto. Es el dentista quien puede ayudarte a detectar las causas del problema.

Causas de la sensibilidad dental

Cuando los dientes de un paciente son sensibles, esto acontece generalmente porque sus raíces están demasiado expuestas. Los dientes están protegidos por las encías y por el esmalte dental. Si la dentina, que es el tejido que se encuentra bajo el esmalte y el cemento radicular, no está bien cubierta, puede ser la causa principal de este tipo de anomalía.

Entre las causas que exponen la dentina, se encuentran:

  • Retracción de encías
  • Ingesta frecuente de ácidos
  • La presión sobre los dientes, durante el sueño.
  • Gingivitis o cualquier otra enfermedad de las encías.
  • Dientes rotos.
  • Tratamientos dentales como blanqueamiento, colocación de aparatos, etc.
La sensibilidad dental no es otra cosa que el dolor que este tipo de pacientes sienten, cuando la dentina está expuesta por alguna causa. Si esta no tiene suficiente esmalte que la recubra, o si se pierde alguna capa que proteja la raíz, la exposición de los nervios que se encuentran en dicha zona ante la exposición de frío o ácido, producen una sobrestimulación, que deviene en dolor.

Hasta que no se programe una visita con el odontólogo, las medidas a tomar son el uso de un cepillo suave o ultra suave. Incluso se recomienda un aseo dental más prolongado para evitar movimientos bruscos a la hora de hacer contacto con los dientes.  El cepillado no es recomendado tras la ingesta de zumos ácidos o bebidas azucaradas. Se recomienda, también, pasta de dientes concretamente diseñadas para tratar este problema.

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